Hezbolá señaló que el lanzamiento de cohetes también fue represalia por el asesinato del alto oficial del movimiento de resistencia, Ali Nazih Abd Ali.

El Movimiento de Resistencia del Líbano (Hezbolá) disparó este domingo más de 50 cohetes hacia Israel en respuesta a un ataque israelí contra aldeas del sur del país árabe.

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Hezbolá indicó que los cohetes fueron lanzados hacia el asentamiento israelí de Beit Hillel, en la región de la Alta Galilea, desencadenando un incendio en la zona.

Mediante un comunicado emitido por Hezbolá reiteró que el lanzamiento de proyectiles fue en respuesta a los ataques israelíes contra las aldeas de Kfar Kila y Deir Siryan en el sur del Líbano que provocaron víctimas civiles.

El movimiento de resistencia islámico libanés identificó que los cohetes lanzados al territorio israelí fueron del tipo Katyusha y agregó que era la primera vez que apuntaban al asentamiento israelí.

Hezbolá señaló que el lanzamiento de cohetes también fue represalia por el asesinato por parte de Israel de un alto oficial del movimiento de resistencia libanés, Ali Nazih Abd Ali, en el suroeste del país mediterráneo.

Ali Nazih Abd Ali murió después de que un avión no tripulado israelí disparara tres misiles contra un automóvil que circulaba por la carretera principal del municipio de Bazouriyeh, en el suroeste del Líbano.

Israel ha llevado a cabo numerosos ataques contra el sur del Líbano desde el 7 de octubre, cuando lanzó una guerra genocida en la Franja de Gaza.

En su ataque más audaz contra el país desde el comienzo de la guerra de Gaza, las fuerzas militares israelíes asesinaron el martes pasado a Fuad Shukr, un alto comandante militar de Hezbolá y asesor del secretario general del movimiento, Sayyed Hassan Nasrallah.

El jueves, Nasrallah dijo que la lucha contra Israel había entrado en «una nueva fase» después del asesinato de Shukr y del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, quien murió en un ataque israelí contra su residencia en la capital iraní, Teherán.

Ante los últimos asesinatos, el jefe de Hezbolá, afirmó que Israel había “cruzado líneas rojas” y tenía que esperar “rabia y venganza en todos los frentes”.

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